Vicugo Egue y Seta apostó por el servicio Art Factory Hisbalit para personalizar las paredes de esta espectacular suite en Casa Decor. Dibujos personalizados en blanco y negro que invitan a soñar despiertos y a viajar a un mundo de estética oriental y naturaleza.

Projet de Tiny House sur les toits de Paris, avec 17m² pour 4 !
パリにある小さなアジアンスタイルのおしゃれなロフト寝室 (コンクリートの床、白い床、板張り天井、板張り壁) のレイアウト

他の地域にあるアジアンスタイルのおしゃれなロフト寝室 (ベージュの壁、ベージュの床、表し梁) のレイアウト

ロフト付きの寝室
福岡にある小さなアジアンスタイルのおしゃれなロフト寝室 (ベージュの壁、淡色無垢フローリング、ベージュの床)

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

An inspired bedroom by make it simple and nice my first design but it looks fine, Night view
他の地域にある小さなアジアンスタイルのおしゃれなロフト寝室 (白い壁、淡色無垢フローリング、茶色い床、折り上げ天井) のインテリア

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Designed by Claire Staszak at Centered by Design ( http://centeredbydesign.com/), photo by Aimee Mazzenga ( http://aimeemazzenga.com/)

Vicugo Egue y Seta apostó por el servicio Art Factory Hisbalit para personalizar las paredes de esta espectacular suite en Casa Decor. Dibujos personalizados en blanco y negro que invitan a soñar despiertos y a viajar a un mundo de estética oriental y naturaleza.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

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Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Vicugo Egue y Seta apostó por el servicio Art Factory Hisbalit para personalizar las paredes de esta espectacular suite en Casa Decor. Dibujos personalizados en blanco y negro que invitan a soñar despiertos y a viajar a un mundo de estética oriental y naturaleza.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.

Cuando visitamos por primera vez la casa de Anna, en El Albir (Alfaz del Pi, Alicante), nos trasmitió mucha energía positiva. Un chalé habitado por una familia numerosa, de distintos orígenes, con muchas tradiciones y celebraciones. La estancia requería un toque de actualidad y un efecto de «casa de revista»; una casa con mucho potencial ideal para darle un toque fresco con mezclas mediterráneas, nórdicas y a su vez con influencias asiáticas. Fue un reto mantener la belleza del paso de los años, como un pilar en la decoración de esta casa. Un equilibrio entre lo sobrio y el exceso. La paleta de colores seleccionada en tonos beige, taupes, verdes y azules algo tenues y apastelados son acordes a esa fusión de estilos, que junto a unas pinceladas de negro en una base blanca consiguen dar un toque de sofisticación y naturalidad. Las notas de color y energía reflejan los colores azules y terracotas de la zona marina en la que se encuentra la casa, sobre todo en las estancias de los más jóvenes. Mar, arena y sol. El rojo y amarillo están basados en las costumbres y modo de vida de la familia, que transforman estos diferentes estilos en una casa con connotaciones románticas, y que a su vez, emana mucha vitalidad y calidez. Con el toque de estilo Japandi o Scandinese, hemos logrado una mezcla de elementos elegantes ya existentes en la vivienda; como pinturas o piezas únicas fundidos con el minimalismo, y la funcionalidad del estilo nórdico procedentes de la familia de Anna. El resultado de nuestro trabajo es el de una casa en la que cada estancia o rincón cuenta una historia diferente, un pasado y un futuro distintos, con una misma esencia y armonía. En el salón y en las zonas comunes como cenador o jardines se unen los estilos, lo que la convierte en una miscelánea perfecta y en una casa única. En esta ocasión, la imperfección, el desgaste y uso en decoración suman.