El proyecto se sitúa en un entorno inmejorable, orientado a Sur y con unas magníficas vistas al mar Mediterráneo. La parcela presenta una gran pendiente diagonal a la cual la vivienda se adapta perfectamente creciendo en altura al mismo ritmo que aumenta el desnivel topográfico. De esta forma la planta sótano de la vivienda es a todos los efectos exterior, iluminada y ventilada naturalmente. Es un edificio que sobresale del entorno arquitectónico en el que se sitúa, con sus formas armoniosas y los materiales típicos de la tradición mediterránea. La vivienda, asimismo, devuelve a la naturaleza más del 50% del espacio que ocupa en la parcela a través de su cubierta ajardinada que, además, le proporciona aislamiento térmico y dota de vida y color a sus formas.