La propuesta arquitectónica de Goiko busca resaltar los valores propios de un restaurante de Burgers cuya materia prima es natural, fresca y pasa por procesos poco industrializados hasta llegar a un punto casi artesanal. El ambiente del local es acogedor, un efecto que se logra mediante la combinación de una iluminación cálida y tenue con la selección de materiales rústicos que evocan la cualidad artesanal del proceso culinario de GOIKO; ladrillo roto, microcemento, cerrajería cruda, azulejos artesanales y solado con textura de madera. El toque final y distintivo de la marca GOIKO se logra con la utilización de neones como elemento clave de la iluminación debido a su efecto cromático sobre cada componente del local. El espacio se compone de una gran sala que se comporta como una unidad, pero a su vez permite la creación de distintos espacios y momentos en su recorrido mediante del uso de celosías, separadores y antepechos los cuales generan distintos tamices de privacidad a cada zona sin desvincular una de la otra. A su vez cada elemento busca que los procesos de producción queden siempre a la vista del comensal: la cocina se abre a la sala, la barra y botellero se exponen totalmente, las neveras de cerveza muestran su contenido y las instalaciones mecánicas y eléctricas están a la vista; siempre se busca la sinceridad material y visual con el cliente a la vez de una fina relación entre el proceso y el producto.