En esta cocina abierta pusimos una chimenea de leña de alta eficiencia con recuperador de calor, para aprovechar el calor producido y llevarlo a las distintas zonas de la casa. Además nos sirve de división entre cocina y salón. Restauramos la bóveda catalana existente para que quedase a la vista y la resaltamos iluminándola de forma indirecta para que se pudiese admirar. El pavimento de parquet de madera natural al aceite sigue del resto de la vivienda y en las zonas de trabajo de la cocina y la zona de entrada a la vivienda se integra con un pavimento de baldosas de cemento hidráulico hexagonales para ofrecer un pavimento más resistente a las manchas y presencia de líquidos en las zonas que lo necesitan. El salpicadero de la cocina lo revestimos con azulejos de pasta roja artesanales en acabado esmaltado blanco. El resto de las paredes están revestidas con revoco de arcilla por sus cualidades de inércia térmica e higroscópicas para regular la humedad del ambiente de forma natural. Para los armarios elegimos un fabricante de cocinas ecológicas de madera natural y la parte superior la decidimos dejar abierta con estantes de obra que incorporan la luz de trabajo. La encimera es de granito negro y con un fregadero bajo encimera para favorecer la higiene. La campana extractora está empotrada en un volumen de obra para ocultarla e integrarla en la vivienda de carácter histórico. El frigorífico es de estilo retro de Smeg. El lavavajillas queda oculto tras las puertas de cocina.